02 febrero 2010

UN DULCE ADIOS



Sabia que pronto tendrías que decir adiós, pero no lo esperaba, no lo deseaba, como deseaba que tu partida fuera un mal sueño. Algo no tenia que suceder, pero asi sucedió, no tenias las palabras en tus labios para decirme adiós, no tenias el tiempo ni el lugar, lo buscaste me consta, pero nadie se terminaba de ir, era como si presintieran mi soledad.

Cuando por fin el tiempo fue tu cómplice, y la oscuridad cubrió nuestro encuentro, te acercaste a mi y dijiste, “no he querido de ninguna forma hacerte daño”, “me siento culpable por lo que estoy apunto de hacer”. “Mi deseo para ti es que estés bien”, “que tengas paz y no tengas un mal recuerdo mío”. Acariciando mi pelo pronunciaste mi nombre como si te doliera cerraste los ojos, yo sentí que eso no iba terminar bien, apreté mis puños, y cruce mi brazos, cerré los ojos y espere que lo digieras, mas sin embargo tus labios tocaron los míos, con la dulce miel que te caracteriza, y de nueva cuenta me sentí en paz.

Aunque aquellas palabras estuvieron revoloteando en mi cabeza durante el tiempo que duro ese beso, y aunque desee, que solo me digieras cualquier cosa, menos que ya no sentías lo mismo que yo, confieso tuve miedo, de estar sola, así que comencé a besarte mas y mas cada vez con mayor intensidad hasta que lograste separarte de mi.

Arrebatando de mi cualquier posibilidad de que todo estaría bien. Haciéndome ver que ya era el fin cerré los ojos, por fin dijiste lo que tenias que decir: “no quiero que pienses que he estado jugando contigo, nada de lo que he hecho es para lastimarte, pero ha pasado el tiempo y no me siento capaz de seguir contigo tus intereses son otros y yo no puedo complacerte en eso, no puedo buscar lo que tu estas buscando, no puedo seguir al paso que tu llevas.”

Te mire, quise golpearte pero en realidad tenia que dejarte ir era mejor, quizás algún día podrías saludarme, podrías besarme no en los labios pero si en las mejillas, y eso bastaría para sentirme bien, eso bastaría para sobrevivir un rato mas, a la agonía que ahora significa estar lejos de tus brazos.

Quise ser fuerte y decirte adiós de una dulce manera para que por lo menos algún día cuando haya pasado mucho tiempo y las heridas hayan sanado, y escuches la palabra fortaleza mi nombre venga a tu mente para que pienses en mi como una mujer con determinación con deseos de seguir de ser una excelente persona. Recuerda que quien ocupe tu espacio no será igual a ti, será totalmente distinto a ti, será aun mas mejor que tu.

Yo no quiero saber mas de esa persona que ahora ocupa mi lugar, que ahora esta en tu corazón y no le temo a que la gente me mire, como la perdedora, porque no voy a permitir que la tristeza, cubra la vida que tengo, por que aunque eres el amor que siempre soñé tener, no eres la totalidad de mi vida.

Tengo tantos amigos, que festejan y lloran conmigo, reclaman mi tristeza como suya, pero tengo aun mas personas que se rien de la desgracias de otros, que aunque me duele reconocer he fracasado pero las ganas de seguir vienen de esos amigo que me cuidan.

Cuídate mucho amor, recuerda que yo estaré aquí, estaré en tu pensamiento y en el recuerdo que no debes tener.